La Realidad Plegada

David Bohm
El físico David Bohm, antiguo discípulo de Einstein, tenía una visión de la realidad distinta a la de sus colegas. Una de las cuestiones con las que discrepaba, estaba relacionada con la comunicación que se establecía entre las partículas entrelazadas a una velocidad superior a la de la luz, ver «El fantasma de Einstein». Y es que para él, aunque las partículas se percibieran como muy alejadas las unas de las otras, en realidad no existía tal separación.
Para explicar esta idea, propuso como ejemplo una pecera donde nada un pez. Frente a ésta sitúa dos cámaras, cada una de ellas graba un lado distinto de la pecera. Al mismo tiempo, dos pantallas de televisión proyectan la escena captada por cada cámara.
Un observador, ajeno a la realidad, ve en los televisores dos peces diferentes. Con el tiempo, comienza a darse cuenta que existe cierto sincronismo entre los ambos peces, pero no puede explicar que sucede porque ignora que en realidad es una única pecera y que los dos peces son uno sólo. Las dos pantallas de televisión corresponden al mundo tal cual lo vemos cotidianamente, pero el pez que nada en la pecera corresponde a un nivel de realidad más profundo.
Si las imágenes que ofrecen las televisiones son proyecciones bidimensionales de una realidad tridimensional, nuestro mundo tridimensional puede ser la proyección de una realidad multidimensional mayor.
En su libro “La totalidad y el orden implicado” expone que tras la apariencia separada de las cosas existe una realidad profunda donde todo está conectado y cualquier elemento del universo contiene la totalidad del mismo. Bohm compara la realidad con un holograma, porque en ellos cualquier parte del mismo es capaz de reproducir la totalidad… Pero, 
 
¿Qué es y como funciona un holograma?
Un holograma es una fotografía tridimensional realizada mediante un rayo láser. La luz de éste se hace llegar a un espejo semirreflectante. El haz que se refleja se envía hacía el objeto y luego es reflejada hacia una placa fotográfica. El otro haz de luz se envía directamente hacia la placa fotográfica donde provocará con el anterior un patrón de interferencia que será holograma. En él estará plegada toda la información del objeto. Cuando se ilumine la placa fotográfica con luz láser la información se desplegará y aparecerá la imagen tridimensional del objeto.
 
Aunque partiéramos el holograma por su mitad, ambas partes seguirían poseyendo la información completa, aunque con menos detalles, y si éstas se volvieran a dividir seguirían manteniendo dicha información y así sucesivamente, por lo que cada fragmento no puede considerarse como separada del conjunto.

¿Por qué compara la realidad con un holograma?

Bien, como se ha dicho, en el patrón de interferencia que forma el holograma se contenía toda la información del objeto de forma plegada. Bohm defiende que la realidad se encuentra igualmente plegada en lo que él denomina “orden implicado” donde todo está interconectado. El universo es un todo inseparable donde todo está contenido dentro de todo. Cuando la placa es iluminada con el láser, la información se despliega y se observa la imagen en tres dimensiones que equivalen, en esta analogía, al mundo tal y como nosotros lo percibimos y al que él denomina “orden explicado”.
El orden implícito genera las formas explícitas en un constante despliegue y repliegue denominado holomovimiento. Estas formas parecen estables pero están sometidas al cambio. El mundo es un solo un momento dentro de un proceso de cambio.
Además de la materia, Bohm propone que la conciencia se encuentra en el orden implicado y que no es algo distinto de ésta. Ambas envuelven proyecciones de una realidad superior que no es ni materia ni conciencia. Somos nosotros los que equivocadamente hemos hecho posible la idea separada de mente y cuerpo, pero en realidad no existe dicha separación. Esto implica, por ejemplo, que en un universo holográfico, cada cerebro humano puede penetrar en otro, por lo que en algún nivel superior la humanidad puede ser un solo organismo.
 
 
Igualmente el tiempo y el espacio forman parte del orden implicado. En cualquier periodo de tiempo dado puede estar plegado todo el tiempo y contiene toda la información sobre él, al igual que en la memoria el pasado está contenido en el presente. Además contiene ciertas implicaciones para el futuro aunque no es una implicación completa porque no ofrece un detalle completo del todo. Así como un fragmento del holograma se refieren con menos detalles al todo.
Para David Bohm la realidad debía existir independientemente de que fuera o no conocida, algo que iba en contra de la visión de Bohr, sin embargo creía que la comprensión del orden implicado haría posible una base común entre la teoría cuántica y la teoría de la relatividad.
“…todas las personas no dependen sólo de todas las demás, sino que todas las personas son todas las personas en un sentido más profundo. Nosotros somos la Tierra porque toda nuestra sustancia procede de ella y vuelve a ella…”

Arte, diálogo y orden implicado.
David Bohm

La concepción de Bohm sobre el universo holográfico es algo más que una teoría científico-filosófica. La ciencia busca continuamente indicios que prueben si la realidad, tal y como la percibimos, es una ilusión tras la que se esconde una realidad más profunda.





Referencias:

– Diálogos con científicos y sabios: la búsqueda de la unidad. Renee Weber
– Arte, diálogo y orden implicado. David Bohm

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